J.J. Delgado Domínguez (coord.), Grupo PrevInfad/PAPPS Infancia y Adolescencia
El objetivo es revisar la detección temprana con los medios propios de la Pediatría Primaria de los trastornos visuales más importantes, fundamentalmente la ambliopía y el estrabismo. Se discuten los fundamentos teóricos de esta actividad. Se revisa la utilidad de los diferentes optotipos, los test de visión estereoscópica y cromática, el test de Hirschberg y el test de cubrir y descubrir. Se intentan definir unos criterios racionales de derivación al especialista. A lo largo de lo que va de década, diferentes estudios han arrojado mucha luz acerca de la prevalencia, historia natural y consecuencias a largo plazo de los trastornos visuales, así como en la validez y precisión de los métodos de cribado, con la irrupción de una tecnología nueva llamada a revolucionar el status quo del cribado visual: los autorefractómetros portátiles, de momento caros para una dotación estándar de una consulta de Atención Primaria. También se ha avanzado mucho en el tratamiento, que se muestra muy eficaz a condición de que se haga correctamente. No parece que esté justificado hacer heroicos esfuerzos de cribado en lactantes, porque los resultados del tratamiento después de los 3 años son buenos o muy buenos e incluso se mantiene ese buen pronóstico en los primeros años escolares. Se mantienen las dudas acerca del tratamiento �preventivo� de la ambliopía (detectar y tratar factores ambliogénicos antes de que se produzca la ambliopía misma): un porcentaje importante de niños portadores de esos factores nunca la hubieran desarrollado y el tratamiento podría interferir con la emetropización. En base a esta revisión se exponen las recomendaciones de PrevInfad en este terreno, que intentan adaptarse a nuestra realidad y están, de momento, muy lejos de ser una práctica generalizada, aunque se va extendiendo la cultura del cribado visual en Pediatría de Atención Primaria.
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