La comunidad Debian no sufre la presión de las empresas que se dedican a sacar distros, pero con un grupo de desarrolladores y usuarios fiel, casi fanático, y una firme convicción altruista, formalizada en su contrato social, Debian [1] es de lo mejorcito que ofrece GNU/Linux, siendo como es la distro comunitaria por antonomasia. Con diferencia, es la que más arquitecturas de hardware soporta, más paquetes contiene en sus repositorios y más distros derivadas ha engendrado. Su estabilidad, flexibilidad y capacidad de adaptarse a cualquier entorno hace que sea, o bien directamente, o bien a través de alguna de sus muchas distribuciones hijas, la más implementada a nivel mundial. Este mes, para los lectores de Linux Magazine: Debian Lenny.
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