Las neoplasias vulvares y vaginales son infrecuentes y representan exclusivamente el 7% de las enfermedades malignas del tracto reproductivo femenino. La neoplasia vulvar y la vaginal comparten los mismos factores de riesgo: infección por el virus del papiloma humano, neoplasia cervical intraepitelial previa o cáncer cervical, hábito de fumar, factores sexuales e inmunosupresión. Existen diferentes opciones de tratamiento para las pacientes con neoplasia intraepitelial vulvar o vaginal de alto grado documentada, incluyendo la escisión, la vaporización láser y el 5-fluorouracilo. Después del tratamiento se recomienda un seguimiento de por vida, con citología y colposcopia. Con la generalización de la utilización de la vacuna frente al papilomavirus pueden prevenirse entre la mitad y los dos tercios de los cánceres vulvares y vaginales. La educación de la paciente respecto a la reducción de los factores de riesgo de progresión, y la estrecha vigilancia de las personas de riesgo pueden prevenir la progresión a enfermedad invasiva.
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