En este artículo se estudia como Javier Marías en "Travesía del horizonte" (1972) dirige al lector de una incógnita a otra, cómo las resuelve en parte, las sustituye por otras y al final deja al lector con preguntas mucho más fundamentales que las planteadas al principio. Después de las preguntas en el nivel de la historia (¿Quién está hablando? ¿Cuál es el motivo por el que algo ocurre o deja de ocurrir?) surgen cuestiones metanarrativas como ¿De qué modo hay que escribir una novela? La respuesta a esta pregunta es que hay que saber prolongar la incertidumbre, lo que nos lleva a concluir que, en esta novela, para Marías, leer, como vivir, significa adoptar una actitud flexible frente a la inseguridad.
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