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Las anfetaminas

  • Autores: P. Robledo
  • Localización: Trastornos adictivos: Organo Oficial de la Sociedad española de Toxicomanías, ISSN 1575-0973, Vol. 10, Nº. 3, 2008, págs. 166-174
  • Idioma: español
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  • Resumen
    • Objetivo. Las anfetaminas son aminas simpatomiméticas de fórmula química estructural semejante a la adrenalina. Las más utilizadas, de donde derivan las más modernas drogas de este grupo, son el sulfato de d-anfetamina (dexedrina) y el sulfato de anfetamina racémica (benzedrina). Material y métodos. Se revisa la neurobiología, acciones farmacológicas, toxicidad e indicaciones de la anfetaminas. Resultados. Producen estimulación del sistema nervioso simpático con incremento del diámetro pupilar (midriasis), sequedad de boca, sudoración, temblor, tensión mandibular (trismo), movimientos masticatorios o rechinar de dientes (bruxismo) y un ligero incremento de la temperatura corporal. Aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca (palpitaciones o taquicardia). Son sustancias liposolubles que pasan bien las membranas celulares y atraviesan la barrera hematoencefálica y la placenta. A nivel del sistema nervioso central producen sensación de alerta, estimulación, mejoría del rendimiento intelectual y de la ejecución de tareas manuales, sensación de energía, disminución del cansancio, del sueño y del hambre. Tienen un gran potencial de abuso y pueden causar dependencia. La acción de las anfetaminas involucra a varios neurotransmisores como son la dopamina, la serotonina, la adrenalina y la noradrenalina. Su acción consiste principalmente en aumentar los niveles sinápticos de monoaminas por varios mecanismos, incluyendo el intercambio por difusión a través de los transportadores de membrana, la perturbación del transportador vesicular de monoaminas, inhibición de la monoamino oxidasa (MAO) y promoción de la síntesis de neurotransmisor. El consumo repetido de anfetaminas se asocia a la aparición de fenómenos de tolerancia, sensibilización y dependencia. En seres humanos, la administración repetida de anfetaminas puede producir perturbaciones persistentes a nivel cognitivo y emocional y pueden aparecer cuadros psicóticos aun después de la retirada de la droga. El uso repetido de metanfetamina puede producir neurotoxicidad evidenciada por alteraciones persistentes a nivel neuroquímico y neuronal incluyendo lesiones en los axones y terminaciones que contienen monoaminas. Conclusiones. Las indicaciones terapéuticas actuales de las anfetaminas son muy reducidas. No se recomiendan para reducir el hambre en el tratamiento de la obesidad. Las dos únicas indicaciones para su uso son el tratamiento de la narcolepsia y del déficit de atención infantil. En estos niños la sustancia más utilizada es el metilfenidato.


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