Pese a que la expulsión de 1609 supuso para los moriscos una rápida desbandada de sus lugares de origen, algunos grupos de moriscos se encontraban preparados para afrontarla con más garantías. A través de la documentación, puede comprobarse cómo moriscos castellanos y granadinos lograron sacar mucho dinero de España con la colaboración de judeoconversos y aprovechándose de unas redes que ya parecen establecidas en Francia tiempo atrás. Mediante esas redes se logra que ciertos moriscos granadinos actúen como guías de su comunidad durante todo el tránsito fuera de España hasta su establecimiento en Túnez. Aunque las autoridades españolas cuentan con espías entre los moriscos, la alianza de estos granadinos con los cherifes tunecinos contribuirá al éxito de la implantación morisca en Túnez.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados