Luis A. Spalletti, Daniel G. Poiré, Duncan Pirrie, S. Matheos, Peter Doyle
Los sedimentos marinos del Cretácico Inferior en la cuenca Neuquina (centro oeste argentino) muestran excelentes afloramientos de sucesiones cíclicas. En el miembro superior de la Formación Agrio (Hauteriviense - Barremiense) se han definido diversas facies siliciclásticas (lutitas y fangolitas gris oscuras; heterolítica de areniscas-fangolitas; areniscas limosas; areniscas y areniscas carbonatadas; areniscas con ripples de escala mediana generados por acción de olas; areniscas con estratificación cruzada monticular) y carbonáticas (grainstoizes bioclásticos con estratificación cruzada; carbonatos finos esqueletales; bancos de ostras y serpúlidos; grainstoizes esqueletales-oolíticos) generadas en una rampa marina abierta con dominio de oleaje, en un contexto ambiental entre submareal somero (shoreface) y de profundidades algo superiores a la base de olas de tormentas (offshore proximal). Las trazas fósiles, pertenecientes a la icnofacies de Cruziana, se localizan preferentemente en materiales sedimentarios con textura variable desde arenosa a heterolítica. Los organismos productores han colonizado sustratos sueltos, oxigenados, con disponibilidad de nutrientes, bajo condiciones de buen tiempo que sucedieron a episodios de tormentas. En los 130 m finales de la Formación Agrio se han definido 19 ciclos, que por el diseño de superposición de facies se definen como secuencias de alta frecuencia. Cada una de ellas refleja importantes variaciones en acomodación y está constituida por un tracto transgresivo (TST) en el que prevalecen carbonatos y un tracto de nivel alto (HST) con dominio de materiales siliciclásticos con marcada tendencia vertical granomeciente. Los cambios sistemáticos en las condiciones del sustrato, en los aportes extracuencales y en la productividad carbonática sugieren fuerte influencia de las oscilaciones climáticas globales. La escala de las secuencias, en la jerarquía de cuarto orden, corresponde a periodicidades vinculadas con cambios en la excentricidad (El) de la órbita terrestre.
The Lower Cretaceous marine sediments of the Neuquén Basin (west-central Argentina) show very well preseived cyclic successions. The upper member of the Agrio Formation (Hauterivian - Barremian) is composed of severa1 siliciclastic facies (dark grey shales, heterolithic couplets, silty sandstones, massive sandstones, medium-scale ripple-bedded sandstones, HCS sandstones) and carbonate facies (cross-stratified bioclastic grainstones, fine-grained skeletal carbonates, oyster/serpulid shell beds, skeletal/oolitic grainstones). These deposits were formed in an open marine ramp, at depths between tlie shoreface and the proximal offshore (slightly deeper than the storm wave base). Trace fossils belong to the Crcizimza icnofacies and are common in sandy and heterolithic facies. Tracemaker organisms colonised loose and oxygenated substrates under prevailing fair-weather conditions and high nutrient availability. In the uppermost 130 m of the Agrio Formation, 19 high frequency sequences were recognised. Each sequence is the result of important changes in accommodation space. During relative sea leve1 rise a carbonate-rich TST suggests flooding and starvation of the ramp. Subsequent decreasing accommodation space resulted in progradation of HST siliciclastic deposits, characterised by a marked shallowing-up stacking pattern. Systeinatic changes in substrate conditions, siliciclastic contribution and carbonate productivity are interpreted to result from the influence of global climatic oscillations. The scale of high frequency sequences, in the fourth order hierarchy, would therefore correspond to the excentricity (El) cycles of the Milankovitch band.
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