Una parte principal del papel de los directivos es saber delegar, consiguiendo, así, una mayor eficacia. Además, conseguirlo supone una serie de ventajas, ya que el tiempo para desempeñar funciones propiamente directivas aumenta, los empleados se sienten más motivados, el estrés se reduce, etc. Sin embargo, aprender a delegar puede ser todo un reto, sobre todo para los nuevos directivos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados