Carlos Sánchez Runde, Javier Quintanilla
Hoy normalmente tenemos empresas norteamericanas, japonesas o alemanas, exportando al resto de los países de operación, los modos empresariales americano, japonés o alemán. Y la mezcla puede resultar explosiva cuando esos modos inciden en el núcleo más íntimo de la dirección de personas, las prácticas de recursos humanos. Estamos así, tocando el fondo de la necesidad de compatibilizar una mayor unidad y diversidad en la empresa internacional.
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