La vizcaína Amaia Urtiaga terminó la carrera de enfermería de 2002 y poco tiempo después empezó a trabajar en el Hospital Psiquiátrico de Bermeo. Cuando hubo reunido el dinero suficiente para irse a Estados Unidos, cambió su vocación de enfermera por una de sus grandes pasiones: el canto. Primero se instaló en Nueva York y recientemente se ha trasladado a Houston. Con motivo de su participación en la XII Edición del Concurso Internacional de Canto Julián Gayarre, Amaia Urtiaga volvió a la Universidad de Navarra, donde, según cuenta, vivió algunos de los mejores años de su vida: "Fueron agotadores, pero muy enriquecedores. Realmente cambiaron mi vida. Me completaron como persona".
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