Los antibióticos se utilizan con fines profilácticos y terapéuticos. Dado que las resistencias bacterianas modifican constantemente las condiciones existentes, la terapia del paciente debe controlarse periódicamente y adaptarse a los cambios. Los clínicos deben extremar la prudencia al recetar antibióticos con fines profilácticos. Sin embargo, en pacientes de riesgo, especialmente cuando existe riesgo de endocarditis, la profilaxis antibiótica es esencial. La terapia antibiótica es imprescindible como tratamiento coadyuvante en cirugías primarias si el paciente padece osteomielitis aguda, abscesos transmitidos o abscesos en múltiples espacios. También puede ser necesario derivar al paciente a clínicas o centros debidamente equipados
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados