El concepto de guerra en red implica un nuevo modelo de organización y combate para aprovechar al máximo los avances tecnológicos de las últimas décadas. Su aplicación a los conflictos armados tendrá consecuencias de primer orden: la flexibilización de la organización jerárquica, la reducción de las unidades tácticas fundamentales o una dramática aceleración del ritmo de las operaciones. Para adaptarse a los escenarios que plantea la guerra en red, los ejércitos deberán incrementar su capacidad para gestionar grandes flujos de información, e incrementar el nivel de decisión de los escalones subordinados.
La guerra en red exigirá también un nuevo modelo de mando, capaz de actuar en un campo de batalla dominado por la información en sus diferentes manifestaciones. Y regido por la capacidad para gestionar múltiples acciones simultáneas, propias y enemigas, que desbordarán ampliamente el marco clásico de las operaciones militares.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados