La economía española tiene un problema histórico de competitividad en los mercados internacionales. Durante décadas se recurrió a los bajos salarios y las devaluaciones de la divisa para corregir los déficits de competencia, pero estas dos recetas han caducado con la liberalización de los mercados y la entrada de la moneda única. En el momento actual se sigue acusando el mismo mal, y para empezar a solucionarlo hace falta fomentar e invertir de forma decidida en investigación, innovación y desarrollo. Es necesario transformar el modelo de economía financiera que hoy tenemos por un sistema productivo basado en la capacidad de generar conocimiento básico.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados