La sociedad del conocimiento no resolverá el problema de los bajos salarios como asume erróneamente Anthony Giddens y otros pensadores liberales. La desregulación de los mercados de trabajo, postulada por Giddens, está contribuyendo al mantenimiento de los bajos salarios a través del debilitamiento del papel del trabajo y de los sindicatos. Los bajos salarios se deben sobre todo al enorme poder del mundo empresarial que impone sus criterios en sociedades en las que las organizaciones sindicales cuentan cada día con menos fuerza y menos respaldo político.
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