En primer lugar me gustaría plantear una convicción que seguramente estará presente en toda mi argumentación. El piso sobre el que construimos discursos, cultura y redes, el punto de partida y retorno, es la persona humana con necesidades pero también con capacidades y por ende con dinamismo propio. Así pensado intentaré alguna aproximación a la pregunta ¿ desde donde miramos y con que óptica?, para luego encaminarme hacia el tema en cuestión El contexto de transformación del orden mundial con su constitutiva imbricación en el sujeto, en su forma de pensar y en sus prácticas, es decir, en el esquema referencial operatorio de la actual sociedad, en particular de la sociedad argentina, no es un producto divino sino que es la acción del sujeto. Es el sujeto el que crea, esa fuerza , ese magma (1) que mueve los procesos sociales.
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