La cuestión de si la teoría jurídica del delito debe estructurarse en dos o tres grandes categorías se ha venido vinculando con la de la viabilidad de la Teoría de los elementos negativos del tipo (TENT). En este artículo, sin embargo, se argumenta que tal asimilación es conceptualmente errónea (ya que la estructuración bipartita puede defenderse sin necesidad de aceptar la TENT) e históricamente problemática (ya que la historia de la TENT es un excelente ejemplo de cómo no debe defenderse o criticarse una teoría).
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