Juan Alberto García Pérez, Francisco Blázquez Prieto, Juan Pablo de Francisco Díaz
La presa de El Atazar constituye un importante hito de la ingeniería hidráulica española. Su espléndida bóveda, sus dimensiones (134 m de altura sobre cimientos y casi 500 m de longitud de coronación) y su enclave en un paraje privilegiado del tramo inferior de la cuenca del Lozoya, le proporcionan una indudable calidad estética y paisajística muy apreciada por sus innumerables visitantes y reproducida en abundantes publicaciones y postales. Forma un embalse de 425 hm3 que constituye la principal reserva hídrica de la Comunidad de Madrid (6 millones de habitantes en la actualidad). Probablemente por su envergadura técnica y su trascendencia estratégica fue inaugurada el 10 de abril de 1972 por el Jefe del Estado. Desde su construcción a impulso del ministro Silva Muñoz, en una época en la que la capital sufría fuertes restricciones en su suministro, ha favorecido el desarrollo urbano, industrial y económico del área de Madrid. La calidad del agua que almacena goza de justa fama por su baja mineralización y elevada transparencia. La vegetación suso y ayuso del embalse se ha conservado en excelentes condiciones.
En el presente trabajo se resumen las actividades que ha llevado a cabo el Canal de Isabel II para su seguridad, conservación y explotación en los últimos 25 años, exponiendo los datos del control y la evolución de la estructura y el cimiento, así como los concernientes a la fisuración detectada en 1978. Se concluye que con el cuidadoso control y explotación que se ha efectuado, la presa ha presentado un comportamiento muy aceptable. Asimismo se subraya la creciente importancia que las labores de explotación y mantenimiento están adquiriendo entre los quehaceres de los ingenieros hidráulicos
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