Resumen de Die Encomienda als militärische Institution im kolonialen Hispanoamerika
Al disolverse, después de cada expedición militar, los ejércitos de la conquista, la defensa del país, tanto frente a levantamientos internos como a ataques del exterior, quedaba confiada al servicio militar de los vecinos y, principalmente, de los encomenderos, los cuales venían obligados a ello, recibiendo repartimientos de tributos indígenas por vía de compensación. En general, la encomienda como institución militar satisface bien su cometido durante el siglo XVI; solamente en Chile la interminable guerra contra los Araucanos impone exigencias que sobrepasan las fuerzas de los encomenderos, que en 1597 fueron liberados del servicio militar y sustituí dos por tropas regulares españolas. En el siglo XVII la encomienda pierde cada vez más su significación militar lo cual constituye un argumento importante para su definitiva abolición en 1720. La encomienda no ha llevado en América a la constitución de una aristocracia militar y sólo esporádicamente presenta similitudes con el sistema feudal europeo. Sobre todo, el encomendero carecía de la facultad de llamar a los indios encomendados como vasallos suyos para servicios militares. Por lo demás, la corona procuró siempre impedir la formación en América de una fuerte casta militar. La clase de los encomenderos conservó aún su prestigio social, pero acabó por desaparecer como élite una vez despojada de las condiciones materiales necesarias para su existencia.
