Dentro del marco general de los trabajos existentes sobre los paisajes culturales del altiplano mexicano, se procura reconstruir y fijar cartográficamente los distintos asentamientos rurales y citadinos de la región según las fuentes del siglo XVIII. Estas son principalmente listas de lugares correspondientes a los años 1791 y 1792, a través de cuya utilización paralela y de la localización de los pueblos y haciendas en ellas contenidos se trazó un mapa de los asentamientos de la zona mencionada, procurando además fijar las fronteras de los partidos con auxilio de los límites de pueblos y haciendas del período anterior a la revolución. Con ayuda de los planos de los asentamientos y de la estructura de los predios se pudo reconstruir un sistema de repartimiento de tierras basado en amplios cuadrados y centrado en el camino real Pueblo-Huejotzingo, originado muy probablemente de observaciones solares. Listas de los años 1777 y 1779 aportan datos diversos sobre número y diferenciación social de los habitantes de dichas localidades, de forma que, a pesar de las lagunas existentes, se pudo reconstruir un mapa de la distribución de la población en este período. El artículo representa, pues, un primer intento de representación cartográfica de materiales para la geografía de la población y de la colonización de una parte del altiplano mexicano en el siglo XVIII, que puede servir de base para ulteriores investigaciones.
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