A petición de la Asociación Prosocial Dársena de mediadores socioculturales de niños que viven en una zona de privación sociocultural y en riesgo de marginación, llevamos a cabo un programa de formación encaminado a facilitar instrumentos y entrenar habilidades a los monitores. Uno de los temas que se desarrollaron dentro del mismo estuvo destinado a las habilidades sociales.
Observamos cada vez con más frecuencia, que los niños y jóvenes tienen dificultades para comunicarse e interactuar con sus iguales de forma respetuosa entre ellos y con respecto a las normas de convivencia social y esto ocurre con más frecuencia especialmente en medios socioculturalmente deprimidos, donde los modelos familiares y sociales pueden estar más deteriorados o ser contradictorios.
El programa de habilidades sociales que les ofrecimos a los monitores, iba encaminado a entrenar a los jóvenes en el respeto a sí mismo, a los demás y a las normas sociales de convivencia.
En las sesiones que se destinaron a las habilidades sociales nos planteamos como objetivos que los educadores fuesen capaces de conseguir enseñar a compartir y a pedir ayuda cuando sea necesario, enseñar qué es la moral y a actuar conforme a ella, aceptando responsabilidades y consecuencias; que fuesen capaces de enseñar a desarrollar las estrategias necesarias para aumentar su eficacia personal en la solución de problemas, expresarse adecuadamente, mostrar receptividad a los mensajes y desarrollar habilidades de inicio y mantenimiento de las relaciones, que aprendiesen estrategias que ayuden a hacer frente a las provocaciones o evitarlas, y ayudar a los jóvenes a sentirse bien consigo mismo y los demás, aceptando las características personales y las limitaciones.
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