Felten & Guilleaume in Argentinien: ein Beitrag zu den deutsch-südamerikanischen Wirtschaftsbeziehungen zwischen dem Ersten und Zweiten Weltkrieg

• Autores: Hans Pohl
• Localización: Jahrbuch für Geschichte Lateinamerikas = Anuario de Historia de América Latina ( JbLA ), ISSN-e 2194-3680, Nº. 25, 1988, págs. 241-258
• Idioma: alemán
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• Resumen

  • Antes de la Primera Guerra Mundial, la compañía productora de cables y alambres "Felten y Guilleaume" (F & G) había vendido con muy buenos resultados una parte de sus productos en Argentina a través de representantes. La empresa con sede en Colonia que entre tanto se había convertido en un poderoso grupo, a partir de 1918 renovó su estructura interna. En 1928, se realizó un nuevo esfuerzo en el mercado argentino que pronto se transformó en una plataforma de estrategias experimentales para los mercados de ultramar. En 1929, F & G fundó conjuntamente con AEG y Siemens la sucursal SEMA (Sociedad Electro-Metalúrgica Argentina, S.A.) que contaba con producción propia y alcanzó sus fines con éxito, obteniendo ganancias a partir de 1935. Sin embargo, desde 1939 las ganancias ya no pudieron transferirse por haberse iniciado la Segunda Guerra Mundial. En ocasión de grandes pedidos efectuados por Argentina, la falta de conocimientos de la topografía y del clima locales provocó problemas técnicos que obligaron a la compañía a suministrar repuestos muy caros, lo que afectó a su balanza comercial. La caída del dólar en 1933 causó igualmente grandes pérdidas a la compañía coloniense que había querido asegurar sus ingresos mediante la facturación en dólares. A pesar de una producción local propia de la SEMA y una amplia base de la red de representantes, la F & G no consiguió reestablecerse en el mercado argentino como lo había estado antes de la primera Guerra Mundial. Factores adicionales fueron la burocratización del comercio exterior entre 1930 y 1939 a través de contratos de clearing (acuerdos de compensación) y el control estatal de divisas. Dada la autarquía y política armamentista de Hitler, a la F & G le resultaba más interesante producir para el mercado nacional. En 1938, último año de paz, la F & G ya exportaba sólo un 2% de sus ventas totales a los mercados de ultramar. La Segunda Guerra Mundial acabó por completo con el negocio en Argentina. Después de 1945, con la nacionalización del capital alemán durante la revolución peronista el reemprender del negocio resultó más difícil.