Antecedentes y objetivos: La prevalencia de desnutrición en los pacientes hospitalizados es muy elevada y se ha demostrado que constituye un factor pronóstico importante. La mayoría de los pacientes ingresados dependen de la comida hospitalaria para cubrir sus requerimientos nutricionales siendo importante el análisis de los factores que influyen en la ingesta y que se puedan modificar, para conseguir mejorarla y así evitar las consecuencias derivadas de una nutrición inadecuada. En anteriores trabajos se ha demostrado que una de las características de la comida peor valoradas por los pacientes es la temperatura. El objetivo de este trabajo fue evaluar la influencia de la temperatura en la satisfacción y cantidad ingerida en función de que se sirviese o no en carros isotérmicos que mantienen una temperatura adecuada de la comida. Material y métodos: Se realizaron encuestas de satisfacción a pacientes del hospital con y sin carros isotérmicos con dietas basales. Se recogieron los siguientes datos: edad, sexo, peso, número de visitas, movilidad, autonomía, cantidad de medicación por vía oral, ingestión de alimentos traídos de fuera del hospital, calificación de la temperatura, presentación y humedad, cantidad de comida ingerida y motivos por los que no se ingirió todo el contenido del carro isotérmico. Resultados: De las 363 encuestas, 134 de ellas (37,96%) se realizaron en pacientes con bandeja térmica y 229 (62,04%) en pacientes sin ella. El 60% de los pacientes referían haber comido menos de lo normal en la última semana siendo la causa más frecuente la disminución de apetito. En el almuerzo y cena comieron la mitad o menos del contenido de la bandeja el 69,3% y 67,7% respectivamente, siendo las causas más frecuentes las siguientes: la falta de apetito (42% en almuerzo y 40% en cena), no gustarles la comida (24,3 y 26,2%) y el sabor (15,3 y 16,8%). Otras causas menos frecuentes fueron el olor, la cantidad de comida, presentar náuseas o vómitos, cansancio y falta de autonomía. No hubo diferencias significativas en la cantidad de ingesta en función del sexo, peso, número de visitas, cantidad de medicación y grado de actividad. La temperatura de la comida fue clasificada como buena por el 62% de los pacientes, la presentación por el 95% y la humedad por el 85%. Al comparar a los pacientes con y sin carro isotérmico, no hubo diferencias en las características basales analizadas que pudiesen influir en la cantidad ingerida. Calificaron la temperatura como buena un 90% de los pacientes con carro isotérmico y un 57,2% sistema tradicional, siendo esta diferencia estadísticamente significativa (P = 0,000). Además hubo diferencias en la cantidad de comida ingerida entre los pacientes con y sin carro isotérmico, de modo que se lo comieron todo un 41% frente al 27,7% respectivamente siendo esta diferencia estadísticamente significativa (P = 0,007). No hubo diferencias en la calificación de humedad y presentación. Conclusiones: La mayoría de los pacientes (60%) presentan disminución de apetito durante el ingreso. La proporción de ingresados que califican la temperatura como buena es mayor en los pacientes con el sistema de carros isotérmicos. La cantidad ingerida por los pacientes con carros isotérmicos es significativamente mayor que en los pacientes sin ellos.
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