Juan Machín, Manuel Velasco, Cristina Chong
Las sustancias psicoactivas han acompañado a la humanidad desde sus orígenes. Es más, el cuerpo humano produce sus propias sustancias psicoactivas: estimulantes como la adrenalina y noradrenalina, depresores como la serotonina y el ácido gamma-amino-butírico; opiáceos como las endorfinas, incluso hace poco se ha descubierto que el cerebro produce moléculas similares al tetrahidrocanabinol, principio activo de la marihuana.
En general, cada cultura construyó mecanismos sociales de regulación y control para emplear sustancias psicoactivas con fines religiosos, terapéuticos y festivos, todo un sistema de códigos, prácticas, sentidos, mitos, etc., que conformaba una Weltanschaung completa...
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