La adopción hoy

• Autores: José Luis Pedreira Massa
• Localización: Monografías de psiquiatría, ISSN 0214-4220, Vol. 20, Nº. 2, 2008 (Ejemplar dedicado a: Adopción y psico(pato)logía / coord. por José Luis Pedreira Massa), págs. 1-7
• Idioma: español
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• Resumen

  • Etimológicamente adoptar (proviene del latín: partícula "ad" y el verbo "optare", que significa desear) significaría "hacia el deseo". El verbo latino optare posee una segunda acepción: tomar una opción, decidirse. En otras palabras que etimológicamente nos encontramos con dos componentes cruciales a la hora de entender la adopción: tender hacia el cumplimiento de un deseo, lo que obliga a tomar una decisión. Ahora bien, esta acepción etimológica solo considera uno de los polos, el polo de los que tienen que tomar una opción en base a su propio deseo: los padres y madres adoptantes.

    La adopción, como fenómeno social, nos sitúa frente a una serie de paradojas de singular relieve: por una parte existen parejas que, por una u otra razón, desean la parentalidad y no pueden ejercerla: las parejas adoptantes. Pero para que la puedan ejercer deben existir niños en situación de abandono o desamparo, por lo tanto existen otras parejas parentales que teniendo hijos los abandonan o simplemente no los desean ni se encuentran en disposición de ejercer la parentalidad de forma satisfactoria o simplemente los maltratan.

    Pero en España debemos aportar otra paradoja que afecta al discurso social: España es de los países con más baja natalidad del planeta, sin embargo se erige en el primer país en número de adopciones por millón de habitantes, habiendo adelantado recientemente a USA. Por lo que en España apenas existen niños para ser adoptados, es decir que las adopciones tienden a realizarse en otros países, habitualmente en vías de desarrollo, lo que introduce nuevas variables de relevancia: otra raza, otra lengua, la posibilidad de existir previamente una institucionalización y las condiciones en las que se haya realizado, la escasa fiabilidad de la calidad de los informes médicos y psicosociales del desarrollo del niño a adoptar, el valor de los antecedentes familiares conocidos o no, la lectura e interpreta- ción posterior de los datos desde la (i)lógica de nuestros profesionales que pueden (suelen) descontextualizar estos datos a la luz de nuestra forma de pensar y desarrollar el ejercicio profesional.

    Todo lo anterior nos sitúa ante la importancia relevante para analizar y actualizar este singular hecho social y psicosocial: la adopción.