En 1997, el electricista Vicente Fernández Manso, con el eje de un camión y el motor de un limpiaparabrisas, no sabía aún que cambiaría la vida de la pequeña ciudad de Toro en (astilla y león. En aquel entonces se construía el primer sistema de seguimiento de dos ejes en España. Diez años más tarde, Fernández ha creado de la nada un pequeño imperio llamado Grupo Pevafersa, que emplea a 400 personas en la pequeña ciudad de Toro, genera una facturación de unos 160 millones de euros y ahora se aventura con la producción de silicio.
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