La valoración es una cuestión de gestionar la incertidumbre. Los modelos de valoración supuestamente logran esto especificando las tasas de crecimiento esperadas y las tasas de descuento que se descuentan por la incertidumbre (el riesgo). No obstante, las tasas de crecimiento ¿y la propia tasa de descuento- son altamente inciertas, incluso especulativas. Los modelos de valoración, expresados como fórmulas matemáticas, parecen precisos, pero se puede abusar de ellos con el fin de transmitir una falsa sensación de precisión. Para gestionar la incertidumbre, necesitamos un modo de gestionar la incertidumbre asociada a los modelos de valoración.
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