Resumen de Der Anbau amerikanischer Nahrungspflanzen in Europa (16.-19. Jahrhundert)
A partir del siglo XVI, se dieron los primeros intentos de difundir plantas alimenticias procedentes de América en Europa. Esta tarea estuvo a cargo de humanistas, científicos y las cortes europeas, pero en este proceso participaron también comerciantes y clérigos. Parece ser que los productos americanos se divulgaron preferentemente a través de España e Inglaterra. Adaptando el modelo de Norbert Elías al proceso de aculturación de los comestibles americanos, se puede decir que las plantas americanas en un principio desconocidas por los europeos se usaron primero como plantas medicinales ya que lo exótico tenía fuertes connotaciones milagrosas. Al transcurrir el tiempo, las frutas exóticas llegaron a apreciarse como manjares deliciosos en los banquetes de la nobleza y de los patricios urbanos. Imitando las costumbres de las capas altas de la sociedad las plantas alimenticias americanas lentamente se incluyeron en la dieta cotidiana del "pueblo". Fue entonces que se dieron los primeros rechazos hacia su consumo exagerado. Este proceso de aculturación tiene su contrapartida en la integración de las plantas americanas en la agricultura europea. Mientras que los productos exóticos se cultivaron primero en los jardines de la nobleza y del patriciado urbano luego formaron parte de la horticultura campesina y de allí llegaron a cultivarse en gran escala en las tierras de laboreo. Este proceso se puede observar tanto en el caso de la difusión del maíz como en el de la patata. Las informaciones acerca de la difusión del frijol, del tomate, del pimiento y del girasol son más escasas. Las razones para la integración de las plantas americanas en los cultivos europeos parecen ser varias: los mayores rendimientos por hectárea, la posibilidad de aprovechar el período de barbecho cultivando patata y maíz. Finalmente, estas plantas crecían muchas veces en tierras marginales poco aptas para cereales europeos. El aporte del cultivo de plantas alimenticias americanas al crecimiento demográfico europeo de los siglos XVIII y XIX ha sido objeto de múltiples discusiones científicas. Pero si se puede constatar que estos productos nuevos cambiaron los patrones alimenticios europeos radicalmente y formaron parte integral de la vida europea a partir del siglo XVIII.
