Nadie como Unamuno para afirmar la filiación de la lectura de un texto con una experiencia de rescritura, él que consiguió a duras penas que sus personajes se ajustaran a los designios de su autor. Gaston Baty al recrear a Dulcinea moviliza su conocimiento del texto cervantino en contacto con otras tradiciones de la literatura española, afirma una apertura inagotable de su propia obra y con ello la diseminación de las condiciones pragmáticas presentes en cada uno de los actos de representación de la misma, algunas de las cuales se destejen en este ensayo. ¿Lo que allí pongo y sobrepongo y sotopongo¿¿
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