En un mapa del cartógrafo belga Abraham Ortelius (1527-1598) que se encuentra en el Museo Mint de Charlotte, Carolina del Norte, las tierras occidentales de lo que son ahora Estados Unidos y las del norte del actual México llevan nombres que recogen tanto la historia múltiple de la región como la aureola mítico-legendaria que ésta creó. El vasto territorio junto al río Culiacan -el que sería hoy el Bravo o el Grande, según desde cual lado de la frontera tejano-mexicana se mirara- se denomina Astatlan, mientras que el que llamamos hoy California lleva el nombre Quivira.
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