Una de las principales modificaciones introducidas por la Ley Concursal es el establecimiento de un único procedimiento que se aplica a las insolvencias de todo deudor, con independencia de su condición empresarial o de que sea una persona física o jurídica. A diferencia de otros ordenamientos jurídicos, la Ley Concursal española no contiene una regulación específica para el concurso de los particulares. En este trabajo se exponen brevemente las particularidades que presenta la insolvencia de los consumidores y se concluye que el procedimiento concursal es excesivamente complejo y costoso para este tipo de insolvencias. Pero también en el caso de los grandes concursos o la insolvencia de las grandes empresas, la Ley Concursal desatiende los problemas específicos que presenta la tramitación del concurso cuando existe un elevado número de acreedores.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados