Resumen de Calamocha: Aguas, llanos, fríos y minas
Cuarenta localidades ateselan el variopinto mosaico de esta comarca unida por un denominador común: el frío. Gracias a Calamocha, con sus históricas mínimas, los españoles supieron de la existencia de Teruel, que -contra lo que muchos debieron pensar- no sucumbió a la batalla de su nombre. De Allueva (la primera localidad y menos poblada, con 19 habitantes) a Villar del Salz, el orden alfabético marca principio y fin de la lista comarcal. Ojos negros de hierro y agua se ocultan en su suelo de rico pasado celtibérico, cultura que en estos lares rindió culto a Luc antes que Roma tendiera sus puentes en Luco y Calamocha. Una comarca que avanza con fuerza hacia el futuro, en armonioso equilibrio de los sectores industrial, turístico y agrícola. Tierra bien vertebrada por los ríos Jiloca y Pancrudo. Aún ansía, no obstante, mejores vías con sus vecinos de Daroca y Teruel. Y es que cuando llegue, la autovía será un revulsivo que hará bailar con más alegría a los fieles devotos de san Roque.
