La incorporación de la autora como funcionaria del Cuerpo de Letrados del Parlamento de La Rioja le ha permitido acercarse al Estatuto de Personal del mismo desde una perspectiva singular: la del jurista que, consciente de su responsabilidad como tal y como funcionaria, no puede mantenerse ajena a un régimen interno que promueve situaciones impropias de un Estado de Derecho. A través del análisis del Estatuto de Personal se manifiesta que, en este caso, la Administración Parlamentaria se automargina de la evolución natural de la sociedad a la que sirve.
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