La fuerte normalización de los ajuares cárnicos en las sepulturas argáricas permite plantear que, como parte de ritual funerario, se procedió al sacrificio de bóvidos y ovicápridos que serían consumidos en rituales de comensalidad. Un trozo de carne de estas especies animales, siempre correspondiente a una de las extremidades, formaría parte del ajuar funerario, lo que supondría la participación simbólica del muerto en el propio ritual. La adscripción social de los individuos determinaría el tipo de carne consumida. Los bóvidos serían sacrificados sólo como parte de la ceremonia de comensalidad de los sectores sociales más elevados, frente a aquellos individuos de un nivel social inferior y con menor capacidad de amortización cuyo ritual incluirían el sacrificio y consumo de ovicápridos. En las sociedades argáricas el ritual de comensalidad contribuiría a la creación de un sentido de comunidad al tiempo que legitima y naturaliza una situación de clara asimetría social. Cohesión y distancia social formarían parte del acto comensal argárico.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados