El consumo concentrado de alcohol es un modelo de consumo excesivo que se observa en toda Europa. El término consumo concentrado (binge driking) tiene diferentes significados para la gente. La definición más popular que se le da al término es la del consumo de cinco o más «bebidas estándar» en una sola ocasión. El consumo concentrado se diferencia de la embriaguez, aunque este tipo de consumo excesivo puede conducir a la embriaguez. Se caracteriza por la presencia de una serie de síntomas, por ejemplo la dificultad para articular las palabras. El consumo concentrado de alcohol es muy popular entre la población europea. En el año 2006 unos ochenta millones de europeos de más de quince años de edad admitieron este tipo de consumo. Las investigaciones europeas muestran que existe un incremento del consumo concentrado de alcohol en toda Europa entre los jóvenes (15-16 años) desde 1995. Las consecuencias del consumo concentrado de alcohol son crónicas y agudas y se perciben tras el consumo de alcohol durante un período prolongado. Los riesgos individuales son daños cerebrales, suicidios, enfermedades de transmisión sexual, etc. También perjudica a personas que no beben, por ejemplo en casos de violencia y delitos, accidentes, etc. En la Unión Europea cada año se registran dos mil homicidios relacionados con el consumo excesivo de alcohol. Existen numerosas medidas efectivas para reducir el consumo concentrado. Es el caso de las leyes contra la conducción bajo el efecto de bebidas alcohólicas, los impuestos, la restricción al acceso y disponibilidad del alcohol, e intervenciones breves como el consejo médico y el control de la publicidad.
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