Peter A. Gloor, Scott M. Cooper
Sin una dirección central, las abejas se autoorganizan para construir nidos, alimentar a las larvas o buscar alimento. Del mismo modo, los grupos de humanos que se agrupan para lograr un objetivo común pueden constituir un poderoso modo de pensar colectivo que da rienda suelta a una tremenda creatividad y estimula innovaciones de gran valor.
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