Juan Manuel Gómez de Berrazueta, José Ramón Berrazueta Fernández
Uno de los elementos de la dieta mediterránea que presenta claros efectos beneficiosos para la salud cardiovascular es el consumo de pescado. Esos beneficios se deben principalmente en su concentración en ácidos grasos omega-3, cuyo uso como suplemento de la dieta se ha visto generalizado en los últimos años. Aunque no bien conocidos, sus mecanismos de acción incluyen la regulación de moléculas vasoactivas, la inhibición plaquetaria, la reducción de la inflamación y la reducción de los factores de riesgo cardiovascular como la proteina C-reactiva, la homocisteína, los triglicéridos y el colesterol.
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