En este artículo se examina el derecho a la vivienda como un derecho social, Se indica en este sentido que sin un techo adecuado y seguro no se cuenta con calidad de vida y que esto atenta directamente contra la salud física y mental, circunstancias que a su vez no posibilitan una vida digna.
Con posterioridad se analiza un colectivo especialmente afectado por la crisis habitacional, los inmigrantes, y en ese sentido España enfrenta un particular problema de política migratoria porque ha pasado de ser un país de emigración a país de destino. Esto se suma a la carencia de medios adecuados para gestionar los aludidos cambios.
Por último se realizan propuestas de mejora en la situación de los recién llegados a fin de que se logre una integración real.
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