La cada vez más confusa división entre izquierda y derecha está siendo reemplazada por la defensa de distintos modelos de Estado. En Chile, país que pasó de la violencia y los vaivenes ideológicos a una situación de consenso promisorio, las fuerzas políticas y las empresas se encuentran alineadas, a grandes rasgos, en dos grandes posiciones: el modelo de Estado americanista al estilo Reagan y Thatcher (defendido por los partidos de derecha y las grandes corporaciones), y el modelo europeo o asiático (impulsado por los sectores de centroizquierda, junto con las empresas pequeñas y medianas, sobre todo las modernas e innovadoras). Por eso, aunque una vieja ley hidráulica diría que el capital fluye siempre hacia la derecha, aquí se sostiene que la armonía entre empresarios y gobiernos progresistas es perfectamente posible.
The increasingly confusing distinction between the Left and the Right is being replaced by different models of the State. In Chile, a country that overcame a period of violence and ideological confrontations on the basis of a promising consensus, political forces and organizations are to be found grouped in terms of two broad positions: the North American State model, of the type promoted by Reagan and Thatcher (defended by the right-wing parties and the big corporations), and the European or Asiatic model (promoted by sectors of the Center-Left, together with small and medium organizations, above all the more modern and innovative of them). As a result, and despite the old law of hydraulics that suggests that capital always flows to the Right, the author argues that harmony between businessmen and progressive governments is perfectly possible.
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