Este artículo analiza el marco europeo del envejecimiento demográfico que ha dado lugar al desarrollo de las situaciones de dependencia y al consiguiente aumento del gasto en cuidados de larga duración, a la vez que se indican otros elementos que compensan, al menos parcialmente, el aumento del gasto público, así como al surgimiento de prestaciones contra el nuevo riesgo social. Se señalan los factores que inciden en la configuración de la protección en los diferentes países, tradiciones nacionales y diferentes modelos de Estados de Bienestar, por un lado, y factores de convergencia que atenúan las diferencias por otro, que dan lugar a una cierta "hibridización" de los sistemas de protección, de los que se señalan algunos.
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