Gestione su energía, no su tiempo

• Autores: Tony Schwartz
• Localización: Harvard Business Review, ISSN 0717-9952, Vol. 85, Nº. 10, 2007, págs. 118-125
• Idioma: español
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• Resumen

  • A medida que siguen aumentando las exigencias laborales, muchas personas responden trabajando incluso más horas, lo que inevitablemente lleva al agotamiento, con costos para la organización y para el empleado. Mientras tanto, las personas dan por sentada aquello que les otorga su capacidad para trabajar, es decir, su energía. Aumentar esa capacidad es la mejor manera de hacer más cosas, más rápido y mejor.

    El tiempo es un recurso finito, pero la energía no. Tiene cuatro fuentes ¿el cuerpo, las emociones, la mente y el espíritu¿ y en cada una puede ser sistemáticamente expandida y renovada. En este artículo, Schwartz, fundador del Energy Project, describe cómo establecer rituales que generarán energía en las cuatro dimensiones clave. Por ejemplo, aprovechar los ritmos ultradianos del cuerpo tomando descansos intermitentes ayuda a restaurar la energía física. Rechazar el rol de víctima y mirar los hechos a través de tres perspectivas nuevas aplaca las emociones negativas y consumidoras de energía. Evitar las distracciones constantes que introduce la tecnología aumenta la energía mental. Y participar en actividades que le dan un sentido de significado y propósito aumenta la energía del espíritu.

    Los nuevos rituales del día laboral tienen éxito sólo si los líderes apoyan su adopción, pero cuando esto ocurre, los resultados pueden ser poderosos. Un grupo de empleados de Wachovia Bank que participó en un programa de gestión de energía se desempeñó mejor que un grupo de control respecto de importantes indicadores financieros, como préstamos generados y reportaron mejores relaciones con los clientes, y un alza en la productividad y la satisfacción personal. Estos hallazgos corroboraron la evidencia anecdótica reunida en torno a la eficacia de este enfoque en otras empresas, como Ernst & Young, Sony y Deutsche Bank. Cuando las organizaciones invierten en todas las dimensiones de las vidas de sus empleados, los individuos responden llevando entusiastamente toda su energía al trabajo; así las personas y las empresas crecen en valor.