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Palabra, palabrería y verdad en el discurso del médico

  • Autores: José Fermín Prieto Aguirre
  • Localización: Logo: Revista de retórica y teoría de la comunicación, ISSN 1577-5089, Nº. 2, 2002, págs. 121-134
  • Idioma: español
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • La información y la actividad retórica del medico, presenta características diferentes en los distintos momentos de la relación con el paciente. Valorando la distancia afectiva que se produce en un acto terapéutico se describen tres fases: 1.-Llamada del paciente. El médico contesta volcándose en su ayuda con una distancia afectiva mínima. Esta respuesta es preferentemente no verbal y debe ser muy breve para que no distorsione la continuidad de una buena acción terapéutica, poniendo en peligro la eficacia técnica del médico. Desde el inicio de la relación médico-paciente es preciso conseguir el crear un clima de sintonía, de intimidad, al que hemos hecho referencia al mencionar la función sodalicia creadora del ¿noso - tros dual¿ médico-paciente. 2.-Alejamiento u objetivación. El enfermo se convierte en un objeto de estudio y la distancia afectiva se amplia de forma considerable. Es el periodo de la anamnesis, las exploraciones y pruebas diagnósticas fase de la relación médico-paciente en el que la neutralidad afectiva es necesaria, aunque dura para el enfermo. En esta fase el médico buscará, mediante el lenguaje verbal, obtener la mayor información posible sobre el estado físico, el estado psíquico y la biografía del paciente esforzándose en obtener no solamente toda la información verbal necesaria y también en descifrar los mensajes no verbales que el paciente emite constantemente en esta fase de la relación. Por su parte pondrá de manifiesto su neutralidad con mensajes no verbales que informen sobre su buena disposición y atención interesada sobre los datos a los que hemos hecho referencia. 3.-Personalización. Una vez establecido el plan terapéutico a seguir el enfermo se convierte en persona que sufre y con el que hay que establecer una interrelación humana. Durante esta etapa tiene lugar el tratamiento biológico y psicoterápico del paciente.

      En la primera fase el lenguaje no verbal será el protagonista, debiendo de trasmitir una acogida calurosa y una disposición incondicional de ayuda lo que se logrará trasmitiendo afecto, apoyo incondicional, interés, empatía. En la segunda fase lenguaje verbal proporcionará al médicos datos imprescindibles para el diagnostico y tratamiento y, al mismo tiempo mediante el lenguaje no verbal se continuará trasmitiendo interés especialmente. En la tercera fase se desarrollará la labor retórica del medico. La comunicación informativa-persuasiva y psicoterápica del médico dirigida al enfermo y a sus familiares constituyen los aspec - tos retóricos de la práxis médica.

      El papel de la palabra en la terapéutica médica es hoy unánimemente aceptada por la actual teoría de la medicina psicosomática y las terapias psicológicas. Apartir de los años 30 Revista de Retórica y Teoría de la Comunicación Año I, nº 2 ¿ Julio 2.001 ¿ Abstracts www.asociacion-logo.org/revista-logo.htm logo de nuestro siglo la medicina dejó la rígida orientación científico-natural que se había mantenido hasta entonces, para dar lugar a la que actualmente se denomina Medicina Psicosomática o Medicina Antropológica. Pese a esta denominación ello no significaba la aceptación de un modelo dualista del hombre, integrado por dos ¿sustancias¿ distintas, corporales o biológicas y anímicas o espirituales. La nueva medicina mantiene, en cambio, que la mente y el cuerpo no son más que abstracciones de algo muy concreto que llamamos persona, en la cual, tanto en la salud como en la enfermedad interactúan entre si y con el medio ambiente.

      Se trata de un concepto, unitarismo bimodal, que permite soslayar las dificultades filosóficas de las teorías dualistas de alma-cuerpo. Bajo este prisma de la medicina psicosomática, que preferimos denominar antropológica, se comprende la existencia de trastornos biológicos que tienen una etiología mental y viceversa y se comprende igualmente la necesidad de utilizar medidas psicoterápicas en el tratamiento de las enfermedades, de utilizar la palabra como instrumento terapéutico. La comunicación no verbal actúa de diferentes formas:

      Comunicando actitudes y estados emocionales a través de patrones de expresión corporal.

      Apoyando a la comunicación verbal. Completando la comunicación verbal. Controlando la interacción. Obteniendo feed-back. Centrando la atención. Sustituyendo al lenguaje a tra - vés de la adopción de determinadas posturas (emblemas).

      Muchos profesionales de la salud no se detienen a considerar que su trabajo con los pacientes conlleva siempre una tarea de persuasión. El término de persuasión tiene, muchas veces, connotaciones negativas para el médico, quien tiene tendencia a pensar que el científico informa y quién persuade es el curandero o el charlatán. Pese a ello y, a diario, su trabajo es inducir cambios de actitudes y comportamientos de sus pacientes, cambiando las creencias sobre su salud, el significado de los síntomas, sobre las consecuencias de la falta de fidelidad al tratamiento etc.

      En su formación el médico requiere conocer que características debe tener una buena y eficiente relación informativa-persuasiva con el paciente que nosotros hemos englobado bajo el título de formación retórica del médico.

      2 José Fermín Prieto Aguirre


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