El consumo global de energía crece continuamente pero, además, la energía se obtiene con mayor frecuencia de recursos situados muy lejos del punto de consumo. Cada día es más importante el transporte de energía a largas distancias.
El petróleo se transporta frecuentemente en superpetroleros y el gas por gasoductos. El carbón empleado para producir electricidad usa el transporte ferroviario, una solución que puede exigir un costoso reforzamiento de los sistemas de vías. Puede resultar más económico generar la electricidad cerca de los yacimientos de carbón y transmitirla a los consumidores. Dado que la producción de energías renovables como la hidroeléctrica, la eólica y la solar está condicionada por la localización, a menudo no hay alternativa a la transmisión a largas distancias.
Por consiguiente, la transmisión de energía eléctrica está llamada a desempeñar una función más y más importante.
En este artículo, Revista ABB estudia los últimos avances en el campo de la transmisión masiva de energía eléctrica.
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