Imagínese una enfermedad. Y ahora imagínese que la sufren cada año entre 300 y 500 millones de personas. Añada que se cobra anualmente de uno a tres millones de vidas. Luego imagínese que buena parte de esas víctimas son niños de corta edad. Y que, ironías de la desigualdad, en España ¿como en la mayor parte del mundo desarrollado¿ no hay rastro de esa patología desde hace décadas. El resultado de ese ejercicio de imaginación se llama malaria. Y es real como la vida misma;
mejor, como la muerte misma. Un médico español lidera la lucha contra ese azote de los países más pobres. Y alberga la ilusión de poder dar muy buenas noticias en las próximas semanas. Pedro Alonso y su equipo buscan con denuedo una vacuna contra la malaria. Y aspiran a que pueda estar lista en 2009 para comenzar a ser aplicada masivamente en torno a 2012. Las páginas que siguen tratan de aportar las principales claves de una búsqueda que, de llegar a buen puerto, aliviaría sustancialmente la dramática situación de un puñado de países hoy paupérrimos. Una búsqueda que encarna la esperanza de quienes nada tienen y nada tendrán nunca si no se ven cumplidas expectativas como vencer a un parásito que viaja a lomos de un mosquito.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados