El desarrollo infantil es analizado a partir de indagar qué relación existe con el estrés que experimenta la madre durante la crianza y cual es la estimulación que el niño recibe en el hogar, con infantes de uno a cinco años de edad en los municipios del sur del Estado de Sonora (México) a través de un muestreo aleatorio simple. Se eligieron 115 madres con hijos menores de seis años. Los instrumentos empleados fueron el Índice de Estrés Parental para familias Sonorenses (Montiel y Vera 1998), el Inventario de Estimulación del Niño en el Hogar (HOME) (Cadwell y Bradley, 1967; Vera, Domínguez y Laborín, 1991) y la Escala de Desarrollo Integral (EDIN) (Atkin, Supervielle, Sawyer y Cantón, 1987). Los resultados evidenciaron la relación entre el estrés y el desarrollo del niño. El análisis de varianza factorial (ANOVA) mostró que la aceptación del niño por la madre influye en el desarrollo (r = -0.35) específicamente en el área de lenguaje (r = -0.33), motora fina (r = -0.21) y sensocognitiva (r = -0.22). Lo anterior sugiere una relación directamente proporcional entre el nivel de estrés de la madre y el lenguaje, la motricidad fina y el área senso-cognitiva. Las percepciones subjetivas de estrés están relacionadas con el comportamiento del niño y con la manera en la cual la crianza afecta la socialización y uso de tiempo libre por parte de las madres. No se encontró una correlación significativa entre estimulación y desarrollo. Las madres no están estimulando a sus hijos de manera intencional persistiendo creencias deterministas de tipo biológico.
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