Durante el siglo XX, el marxismo y el liberalismo no igualitario o clásico discutieron las propiedades del cálculo económico, es decir, la forma en que las instituciones económicas asignan valores a los diversos fines. Este debate produjo un consenso implícito entre socialistas de mercado y liberales no igualitarios, acerca de la democracia. En este consenso, la voluntad general de Rousseau fue sustituida por voluntades individuales convenientemente jerarquizadas y la soberanía popular reflejada en la soberanía del consumidor. El ensayo adopta una perspectiva rawlsiana para explorar los límites de la eficiencia económica en una sociedad democrática.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados