Desde mediados del siglo XX el cultivo del olivo ha experimentado profundos cambios en los países desarrollados. La emigración de áreas rurales a zonas urbanas ha limitado la disponibilidad de mano de obra. Ello ha promovido plantaciones más productivas y mecanizadas. En la actualidad diversas tendencias anticipan la Olivicultura del futuro. Las producciones de aceite y aceituna se orientarán progresivamente a un mercado globalizado. Los nuevos olivares serán más precoces y de menor longevidad que en el pasado. La necesidad de evitar la erosión y la contaminación conducirá a prácticas de cultivo más respetuosas con el medio ambiente durante toda la vida de la plantación. La simplificación y la mecanización modificarán profundamente las técnicas de cultivo, en particular la recolección y la poda. La productividad seguirá aumentando por el uso del riego, de mayores densidades de plantación, de nuevas variedades y patrones y de otras innovaciones.
Paralelamente se desarrollarán nuevos métodos de mejora genética y de protección del cultivo, incluido el uso de herramientas biotecnológicas. Finalmente los actuales requerimientos de disponer de aceites de oliva y de aceitunas de mesa saludables y de elevada calidad llegarán a ser imprescindibles. Todo ello va a demandar un mayor concurso del sistema de I+D y de la cooperación internacional de modo que se asegure la continuidad en la innovación.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados