Las TIC por un acceso cómodo y universal a la salud

• Autores: Marta Molina, Mercedes Féliz
• Localización: Revista AHCIET: revista de telecomunicaciones, ISSN-e 0213-1226, Nº. 107, 2006
• Idioma: español
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• Resumen

  • La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la telemedicina como el ¿suministro de servicios de atención sanitaria, en los que la distancia constituye un factor crítico, por profesionales que apelan a las tecnologías de la información y de la comunicación con objeto de intercambiar datos para hacer diagnósticos, preconizar tratamientos y prevenir enfermedades y heridas, así como para la formación permanente de los profesionales de atención de salud y en actividades de investigación y evaluación, con el fin de mejorar la salud de las personas y de las comunidades en que viven¿.

    La telemedicina inició su desarrollo después de la Segunda Guerra Mundial, promovida por el Departamento de Defensa americano, como un medio de asistencia médica a los soldados destinados en misiones militares a zonas aisladas. Hoy en día el acceso de las TIC a la sanidad es ya real, tanto en la atención sanitaria como en la gestión interna, aunque queda aún mucho por avanzar.

    Las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) permiten mejorar la atención de los pacientes, tanto en hospitales como en centros de salud, acercando más la sanidad al ciudadano.

    Favorecen el trabajo de los profesionales, la colaboración entre ellos y el intercambio de la información necesaria para su trabajo.

    Por otra parte, facilita el acceso a la sanidad a personas que viven en zonas de población escasa o aislada, u otras personas con problemas de movilidad. Con ello, la telemedicina hace posible la universalidad de los servicios sanitarios, facilitando a estos colectivos los mismos servicios que al resto de la población, así como aquellos que responden a sus propias necesidades.

    Las TIC pueden evitar incómodos desplazamientos a los centros médicos de los ciudadanos para pedir una cita o para seguimientos rutinarios, y pueden mejorar el intercambio de información entre distintos centros médicos.

    La información disponible en Internet en materia sanitaria puede contribuir también a difundir medidas de prevención de enfermedades y mejorar el conocimiento de los pacientes de su propia enfermedad, incluso pedir una segunda opinión sobre su diagnóstico.

    La incorporación de la telemedicina exige el intercambio de datos entre distintas aplicaciones informáticas usadas en los distintos servicios y centros. La interoperabilidad es una de las principales barreras para la introducción de la telemedicina, junto con las fuertes inversiones económicas iniciales necesarias para la adaptación del entorno sanitario a esta nueva forma de trabajar.

    Por parte del paciente, la sanidad electrónica a veces levanta recelos. El uso por distintos centros de la información confidencial sobre su salud puede suponer una pérdida de intimidad, si no se restringe adecuadamente el acceso.