Los barrios multiculturales constituyen el espacio de la creciente diversidad de nuestras ciudades y donde se conforma la sociedad de mañana. Este artículo analiza la inserción de los vecinos inmigrantes en el barrio de Russafa, Valencia, los fenómenos de sociabilidad y la convivencia que se ha generado. Se destacan dos dinámicas. Una mayoritaria, más inclusiva, basada en la convivencia pacífica pero distante. Otra, más excluyente y minoritaria, que caracteriza al inmigrante como factor degradante y vecino indeseable. Se finaliza preguntándose por las condiciones para hacer posible y viable un barrio multicultural, común y acogedor para todos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados