La catedral de Calahorra conserva entre su colección de obras de arte una pintura dedicada al "Traslado de las reliquias de los mártires de Leyre a Calahorra", un pasaje de la historia de los santos Emeterio y Celedonio en el que se recrea la leyenda medieval que narra la llegada de los restos de los mártires a la catedral riojana desde el monasterio navarro de Leyre, donde fueron custodiados durante la dominación musulmana. Hasta nuestros días se ha mantenido viva la fe en sus reliquias, depositadas en sendos bustos de plata ubicados en el altar mayor del templo calagurritano.
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