El diagnóstico de la infección por FIV o FeLV, siempre laboratorial, puede realizarse por técnicas serológicas o por técnicas virológicas. En FeLV las técnicas serológicas están encaminadas a la detección de p27, bien libre en sangre u otros fluidos semejantes, o asociado a células. En FIV se pone en evidencia la presencia de anticuerpos específicos. Las técnicas que se realizan son fundamentalmente el ELISA y la inmunofluorescencia directa para FeLV, y el ELISA, la inmunofluorescencia indirecta y el western blot para FIV. Aunque todas estas técnicas son faciles de realizar pueden dar resultados falsos positivos o negativos. Estos problemas se palian en cierta forma mediante el uso de las técnicas virológicas,, que aunque no exentas de problemas, son por lo general más fiables, especialmente en los casos positivos.
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